Pequeña guía de los mejores cuidados yorkshire:
Cepillado
Si quieres mantener el pelo de tu Yorkshire largo recomendamos cepillarlo al menos cada dos días para evitar que salgan nudos, tienen un cabello lanoso que tiene mucha facilidad de enredarse.
Una alternativa a cepillarlo si no tienes mucho tiempo seria cortarle el pelo cada cierto tiempo. Si que recomendamos que no se les esquile al cero, pues asi serían mucho más susceptibles ante determinadas enfermedades y picaduras de mosquitos. Hay enfermedades como la Leishmania que son muy comunes en España y se trasmiten precisamente a través de la picadura de una mosca, el flebotomo.
Baño
Es bueno lavar a tu perro al menos 1 vez cada 2 semanas, facilita la expulsión de suciedad adherida a la piel y detección de posibles parásitos.
Uñas
Normalmente, a un perro joven y sano no es necesario cortarle las uñas, pues al caminar y correr ya las desgastan al mismo ritmo que le van creciendo, pero si es el caso de que le crecen más de lo que las desgasta, o tu perro es ya mayor, hay que tratar de ir cortándoselas para que no le incomoden e incluso que lleguen a clavársele en la propia almohadilla.
Dientes
Cabe decir que el Yorkshire es una raza con tendencia a generar sarro en sus dientes. Para evitar que aparezca antes de tiempo se recomienda no dar más que un pienso equilibrado, la comida blanda es perfecta para quedarse entre los dientes y acelerar la aparición de suciedad en la boca.
Si tu economía lo permite, recomendamos que le hagas a partir de los 6-7 años de edad (esto es diferente según cada perro por lo que se recomienda control veterinario) una limpieza de boca y repetirlo cada 2 años. Si esto no se hace, es más fácil que de mayor se le vayan cayendo los dientes (lo cual no supone ningún problema para que siga comiendo pienso, muchos perros con dientes no lo mastican sino que lo engullen).

Veterinaria. Me crie en una familia de muchos hermanos, cuando ya no había bebés en la casa fue nuestro momento para introducir los deseados animales, tuvimos nuestro primer perro. Desde muy pequeña me ha llamado el mundo de la naturaleza y los animales y tenía ya claro que mi vocación profesional es la veterinaria.
Estudié la carrera en la Universidad de mi ciudad, Zaragoza; y tras cinco años de estudiar la carrera me lancé a trabajar como veterinaria titular en una clínica de recién apertura en la ciudad de Valladolid. Tras tres años de trabajo y de adquirir experiencia, me mudé a la ciudad de Lérida a otra clínica más grande, abriéndose ante mí gran cantidad de casos y enfermedades que hasta el momento no había tenido oportunidad de tratar.
Los últimos años me he especializado en medicina interna canina y felina y más concretamente en dermatología.
Con nuestro pequeño criadero en Penelles queremos llevar a cabo una actividad que nos apasiona, criar perros, aportando a nuestros clientes unos cachorros que crecen en familia y en plena naturaleza.